NavegaSión
- Pierrot
- 3 ago 2023
- 1 Min. de lectura
I.
Un negro ataúd flota a la deriva. Vastos océanos, azorado azar.
Barquillos de nuez sin vela,
cajitas de cartón azotadas por marea, garúa y tormenta.
Las olas crueles nos golpean,
los vientos fríos de oriente,
queman.
¡Fuga en la proa!
La caja fúnebre se ahoga en sal.
Pulmones asfixiados,
corazones bajo cubierta.
Ya no queda más mar, sólo lombrices, lombrices y tierra.
II.
Muertos enterrando muertos enterrando muertos...
Una luz sanguinolenta corta el momento crepuscular.
Las primeras estrellas empiezan a brillar.
Tierra. Podredumbre. Miseria.
Como protagonista en escena
se levanta La Cruz,
sus clavos, sus espinas,
lágrimas, sangre y pesar.
Entre rezos y gritos
un hombre pobre suplica:
"Elí, Elí, ¿lama sabactani?"
No hay más nada.
Silencio y nada más.
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