Tres coplas para el hielo y la última vez que te escribo

I. Mi copla para las brasas

Mujer que entrañas prendió,

que mi interior cubrió en llamas.

Mujer que ahora se marcha,

cuando aún viven sus brasas.

En un soplo marchitó,

y su olor sigue en mi cama.

Se fue sin avisar,

y este tonto / aún la ama.

Para ella son estos versos,

aunque ella ya olvidó.

Para esa mujer de fuego

que encendió mi corazón.

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II. Visión, Ciencia Ficción

Oh / cosmonauta colorao,

pueril tejedor de sueños,

roso que en tiempo invernal

al gris hielo prendió fuego.

Dime qué, ¿qué le pasó?

A ese manto, ese calor,

eso que tejiste en sueños,

que nos brindó tanto confort.

Oh / mi niño orgulloso,

hijo de la madre patria,

padre del falso mañana,

espíritu, maquinaria.

Dime qué, ¿qué te pasó?

¿Dónde quedaron tus sueños?

¿Quién apagó tu dulce ardor?

¿Quién está detrás del duelo?

Dime Marc Chagall,

¿Dónde quedó / esa visión?

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III. Pasión Muda

Ayer tú me fulminaste,

con el hielo en tu visión.

Me viste por un segundo,

visible / sólo al rencor.

Ayer tú me olvidaste,

tu fuego se apagó.

Erigiste tus baluartes,

tu adiós / cosmos arrasó.

¿Olvidaste la pasión?

Cuando hablabas del amor.

¿Olvidaste las promesas?

Cuando veíamos / a color.

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la última vez que te escribo

tú /

por este largo invierno

invierno que a mi lado

has sabido caminar

aliento

suspiro antes que carne

suspiro antes que cuerpo

yo /

hago el afán de evocarte

conservo un mil recortes

lamo un mil recuerdos

ojiabierto

veo tu sombra oasis

bella máscara muda

qué pueril / que creí amar

me tapaba este velo

espeso y rojo al principio

espeso y negro tras el fin

aún te extraño

aún pienso en ti / a diario

en sombra que no es tuya

en sombra que es sólo mía

de nadie más

todo acabó

tus labios enmudecieron

y el amargo viento de mar

volvió a resoplar

tanto te amé

tanto te odié

tanto

esta es /

la última vez que te escribo

adiós…